¿LA EDUCACIÓN DEL MAÑANA?
Con mucha frecuencia, todos nos preguntamos
¿cómo seré yo dentro de 10, 20 o 30 años? ¿Seguiré viviendo en la misma ciudad?
¿Habré conseguido mi trabajo deseado? ¿Me habrá tocado la lotería y dedicaré mi
tiempo a vivir la vida? ¿Volarán, por fin, los coches? ¿El chocolate seguirá estando
tan bueno y habrá dejado de engordar?
Las dudas sobre el futuro no son algo
nuevo, sino innato a nuestra naturaleza humana. Quizá por aquello de memento
mori y porque nos da miedo el no saber. Para toda persona relacionada con
el mundo de la enseñanza y de la educación, estas dudas no son ajenas. Y tienen
que ver con el hecho de no saber cómo será su profesión y cómo habrá evolucionado
el mundo educativo.
Para esta última aventura como
bloguera educativa, voy a dar unas pequeñas ideas acerca de lo que creo que estará
ocurriendo en 2030 con la educación. Sin dejar de ser consciente de que apenas
habrán pasado 10 años desde hoy, y, hay que reconocerlo, para un país como
España y en lo relativo a la educación, eso no es nada.
En primer lugar, me gustaría pensar
que la diversidad se ha comprendido finalmente. Que ningún alumno se vea desplazado
por “ser diferente”. La verdadera inclusión se habrá conseguido y todos encontrarán
en la escuela un lugar donde ser y aprender, sin miedo a no encajar. Que los profesores
y la comunidad educativa estará plenamente formada e informada sobre cómo
trabajar con ellos y cómo favorecer la verdadera inclusión.
En segundo lugar, la multiculturalidad
habrá pasado de ser algo marginal en las aulas parra ser un pilar clave de la
educación. De esta manera, se inculcará a los futuros jóvenes los valores y los
conocimientos necesarios para acabar con las actitudes racistas, la violencia y
los enfrentamientos.
Sorprendentemente, tengo fe en que se
habrá vuelto a utilizar el libro de papel, el real, el de toda la vida. Llamadme
nostálgica. No por ello, se dejará de lado la tecnología. Serán chicos que
hayan nacido con los móviles, las tabletas y la electrónica de la mano. Se
incluirán las TICs en el aula, pero de una manera mucho más racional y
controlada ya que los profesores también conocerán estos elementos y sabrán
explotar su utilidad de cara a un aprendizaje más divertido y óptimo por parte
de los alumnos.
Espero que se hayan implantado y
generalizado enfoques y metodologías didácticas y pedagógicas que se alejen de
los sistemas tradicionales de corte estructuralista, repetitivo, alienante y aburrido.
Se trabajará con el teatro, con dinámicas, con materiales reales, mediante
aprendizajes cooperativos y colaborativos. De esta manera, los estudiantes tendrán
las bases necesarias de cara al momento en el que abandonen las aulas y se
integren en la sociedad.
Por último, quiero pensar que los
chicos habrán dejado de ver su asistencia a la escuela como algo impuesto, como
una obligación. Desearán ir porque se sentirán a gusto, porque sus profesores
tendrán interés por enseñar y demostrarán gran interés por su labor. Porque verán
la escuela como el espacio en el que pueden desarrollarse, aprender, divertirse,
vivir y prepararse para la vida que les espera.
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