¿Una educación ideal?

Resultado de imagen de educación ideal
Aspirar a algo ideal, algo perfecto, no es sino soñar estando despierto. Y es una concepción de la vida con la que tengo sentimientos encontrados. Aspiramos a la perfección, pero nos olvidamos de que esta, como todo en esta vida, es única para cada uno de nosotros. Teniendo en mente el hecho de que la educación, y más concretamente, los sistemas educativos están diseñados por personas para personas necesariamente han de presentar fallos. Es el drama del ser humano. Y, ¿es un fallo tan negativo?



Pensar en lo que haría si pudiese crear mi propio mundo, mi propia sociedad, me ha hecho plantearme varias cuestiones. 
  • ¿Cómo sería? 
  • ¿Qué valores incluiría en la educación? 
  • Qué enfoque le daría? 
  • ¿Qué objetivos trataría de cubrir con mis estudiantes de cara a un futuro prometedor dentro de su sociedad?
  •  ¿Qué papel desempeñarían profesores, alumnos, familias y actores externos al mundo educativo?



A continuación, recojo alguna de las ideas que me han ido surgiendo conforme me planteaba esta entrada.

La educación debería tener, en general, el objetivo de transmitir conocimientos y valores a los ciudadanos del mañana para que las sociedades vayan hacia adelante mejorando generación tras generación. En papel, es muy fácil decir esto. En una clase real, no es siempre tan sencillo llevarlo a la práctica.
En mi utopía, el sistema educativo velaría por el bien general de la sociedad, pero nunca desatendiendo a cada estudiante por sí mismo. Con frecuencia se nos olvida que antes que alumnos, son personas. Cada uno de su padre y de su madre, como se suele decir. Estos alumnos tendrían más flexibilidad a la hora de escoger qué estudiar. ¿Por qué separar de manera tajante “ciencias y letras”? Si les gusta la biología y el latín, podrían hacerlo. De la misma manera en que si les gustase las matemáticas y la literatura universal, también podrían seguir aprendiendo ambas disciplinas. Un currículo tan encorsetado como el que les presentamos hoy en día no facilita que los alumnos estudien y lo hagan con vocación y motivación, sino como imposición.


Las notas tendrían importancia. Cualquiera que me conozca sabe que no estoy en contra de la evaluación. Pero teniendo perspectiva y evitando el efecto halo. En una clase de 25 alumnos, se suele calificar comparando a unos con otros, lo que no es justo. En este sueño, a cada alumno se le evaluaría en comparación consigo mismo. De esta manera, su proceso de aprendizaje, aunque inmerso en el de un grupo, es el suyo propio. Le permite ver lo que mejora y cómo lo está haciendo, al mismo tiempo que descubre con mayor facilidad cuáles son sus puntos débiles. Pero sin la presión de ser peor que este o el otro chico de su clase. Porque la competitividad es sana, pero en su justa dosis.


Resultado de imagen de competitividad frases


Resultado de imagen de to be the milkPotenciaría el valor de la creatividad y de la iniciativa. Un sistema como el actual coarta esa libertad e inventiva que muchos niños tienen, provocándoles cierta frustración. En relación con esto, nuestro estilo de enseñanza tendría que actualizarse. Una clase magistral es eficaz, no lo pongo en duda, pero una clase magistral participativa sería la leche. Un profesor no debería sentirse atacado cuando sus alumnos intervienen y plantean dudas, diferentes puntos de vista o casos reales que tienen que ver con aquello que se está explicando. Ni mucho menos, miedo. Las intervenciones espontáneas y por propia iniciativa de los alumnos serían más frecuentes en el aula, y todos ganarían con ellas.

Resultado de imagen de making mistakes is better than faking perfection

En esa hipotética educación, el error se vería como algo positivo. Es necesario cambiar la concepción de que el error es punible sin ningún objetivo más allá. Cuando nos quemamos con un radiador, aprendemos a no poner la mano al calor. De la misma manera, si los alumnos realizan una actividad y se equivocan tienen que entenderlo como una nueva oportunidad para pensar e intentarlo, y no como una muestra de incapacidad. Al fin y al cabo…


Daría gran importancia a la interculturalidad como elemento para romper con los estereotipos y los prejuicios. Los conocimientos enciclopédicos son compartidos, y su aprendizaje es relativamente sencillo. Los alumnos pueden aprenderse la lista de los reyes godos, las capitales de los países de África o la tabla periódica de los elementos. Y estos son estables a lo largo y ancho del globo terráqueo. Pero, ¿son conscientes los estudiantes de que un chico de 16 años de España y otro de Mozambique juegan al fútbol con la misma pasión? Y, ¿se preguntan el por qué ocurre esto? O, ¿los motivos por los que en China muestran un mayor grado de respeto en las relaciones personales de lo que se hace en Portugal?

Vivimos en un mundo interconectado y, sin embargo, en nuestro sistema educativo no se trabaja con esta idea.

Hay una palabra sueca, kulturbarer, que puede traducirse como portador de la cultura, pero todavía no significa mucho. No es un concepto que tiene mucho uso en América, a pesar de que debería tener. (Robert Pirsig)


Estoy segura de que algunos no estaréis de acuerdo conmigo. Otros lo estaréis parcialmente. Después de todo… Estas son mis propuestas acerca de lo que una educación ideal podría ser 😉. Y aquí está lo bueno de la educación que, hasta ahora yo he recibido. Que sé que el apoyo ajeno me ayuda a mantener mis ideas y que de aquellos que disienten conmigo puedo aprender a ver la vida desde otra perspectiva. 





Comentarios

  1. Hola! Me encanta tu propuesta de abrir el currículo a más opciones que las típicas de ciencias/letras. He de decir que esto es posible a veces y en algunos centros, dependiendo de si se solapan horarios o no. Por ejemplo, en mi instituto pude cursar francés como optativa aunque era de la rama de ciencias de la salud. Y en el otro instituto de mi pueblo, los estudiantes de cualquier rama podían cursar la asignatura de Economía porque tenía muchísima popularidad allí. Aun así, sí que es una pena que esto no pueda hacer en institutos que, quizá por ser más grandes o más pequeños, no puedan combinarse asignaturas. Un saludo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra mucho saber que algunos centros españoles se van sumando poco a poco al carro de una educación más abierta y no tan "enquilosada" en la dicotomía letras vs. ciencias. Este planteamiento educativo me recuerda a las universidades anglosajonas y norteamericanas con el sistema de Major y Minor en los que le gente estudia cosas tan dispares como biología y diseño y confección de ropa o "bussiness" y literatura francesa. Por que... why not?

      Eliminar
  2. Hola! me parece genial la propuesta de dar importancia a la interculturalidad. Pues, los medios aveces nos dan solo una perspectiva de las culturas y nos puede encaminar a un punto de vista racista. Siempre he pensado que es mejor, dar Historia de las Religiones que Religión. Pues, asi se ven todas, se acepta toda fe, y ninguna... No solo conocer lo que la historia o 4 radicales nos dejan de ellas.

    GRANDES PROPUESTAS

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares